CATEDRAL, JOYA DEL BARROCO
CAPILLA DEL SEÑOR DE MAPIMÍ
Este retablo estípite de un cuerpo, sobre un banco y un sotabanco y sin sagrario, ocupa la pared de fondo de la primera capilla a la izquierda de la entrada de la Catedral de Chihuahua. Al centro del retablo un nicho cruciforme encierra la escultura del Cristo de Mapimí, una de las imágenes más antiguas de la localidad. Dos lienzos a los lados, abajo, representan a la Virgen Dolorosa y a San Juan Evangelista.


La Trinidad
 
Arriba está otro cuadro con la Trinidad, en la que Dios Padre sostiene el cuerpo muerto de Jesús. Enmarcando toda la parte central del retablo, hay dos curiosos estípites, cuya sección inferior (el "estipo") es muy pequeña respecto al resto. El cubo, en contraste, está estirado en sentido vertical, y el capitel y el arquitrabe son pequeños en comparación. Más arriba, las dimensiones de los elementos arquitectónicos vuelven a crecer: el friso es muy alto y la cornisa es gruesa.


Detalles de la pared detrás del retablo del Señor de Mapimí. Se pueden ver figuras de ángeles y la pintura que se extiende a la bóveda y nervaduras
 
Sabemos que hubo una capilla dedicada al Cristo de Mapimí, además de una cofradía de la Virgen de los Dolores, antes del inicio de la construcción de la iglesia mayor actual de Chihuahua en 1726. La capilla del Cristo en la nueva iglesia estuvo pintada con elementos arquitectónicos, angelitos y follajes estilizados que deben haber hecho las veces de un retablo para la imagen milagrosa. Partes de esta decoración fueron descubiertos durante unos trabajos de restauración en la capilla hace un par de décadas. Esta pintura mural, que puede datarse hacia 1745, cuando el interior del nuevo templo estaba recién terminado, es evidencia importante que por esa fecha había buenos pintores en Chihuahua.


Ntra. Sra. De los Dolores
 
En cuanto al retablo actual, las curiosas proporciones de los estípites y las combinaciones inusuales de los motivos ornamentales, especialmente a los lados del lienzo de La Trinidad, sugieren que el retablo fue obra de un taller local. La fecha está en las inscripciones de la pintura de la Dolorosa y de san juan que proclaman, por un lado, que se hizo el retablo "a devoción de Alejandro Manuel de Quijano Calderón" en 1762; por el otro, indican que el pintor de San Juan, que debe haber sido local, se apellidaba Muñoz. Es curioso que este lienzo es el de menos calidad respecto a los otros.


San Juan Evangelista
 
La leyenda cuenta que la imagen del crucificado es copia del famoso Cristo de Mapimí, custodiado en Cuencamé, Durango, desde 1715. De hecho no es una copia en el sentido estricto, porque el Cristo Chihuahuense tiene la cabeza en posición vertical, mientras la del Cristo de Cuencamé está apoyada sobre el hombro derecho sin embargo debe tratarse del mismo Cristo en cuanto protector de la población española en tiempos de conflictos con los grupos indígenas locales. Se trata en pocas palabras, de un retablo para perpetuar un culto fundacional de la colonización del norte.

En la actualidad en la capilla del Señor de Mapimí se encuentra la urna con las reliquias de San Pedro de Jesús Maldonado, primer santo chihuahuense, quien fue martirizado el 11 de febrero de 1937 durante la persecución religiosa.


Bargellini, Clara. (2011). Marcos de Veneración. Instituto Chihuahuense de la Cultura