TORREÓN LE DA CÁLIDA BIENVENIDA A SU NUEVO OBISPO

HORAS ANTES DE SU ORDENACIÓN, FIELES CELEBRAN LLEGADA DE MONSEÑOR LUIS MARTÍN BARRAZA BELTRÁN

Niños de diferentes colegios de la ciudad, abarrotaron la Plaza Mayor para darle una calurosa bienvenida, a quien se convertiría en el cuarto obispo de la Diócesis de Torreón.

La cita fue al mediodía, pero los menores, así como decenas de familias, acudieron minutos antes. Para amenizar el momento, se contó con la presencia de los niños de la Casa de Música de la Colonia Santiago Ramírez.

En el lugar, el alcalde de Torreón Jorge Luis Morán Delgado hizo entrega de las llaves de la ciudad, tanto a monseñor Luis Martín como al nuncio apostólico Franco Coppola, representante de la Santa Sede en México.

Al final, monseñor acompañado por el nuncio, así como por el obispo emérito José Guadalupe Galván Galindo, obispos de diferentes estados del país, y presbíteros de la Provincia de Chihuahua y Durango, emprendió una caminata rumbo a la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, para su toma de posesión.

En el camino, los mismos pequeños que abarrotaron la Plaza Mayor, hicieron una valla humana a lo largo del camino. La danza de la parroquia del Fresno, encabezó el contingente, seguido por los niños de la orquesta de la Casa de Música, quienes amenizaron el trayecto, con melodías como La Filomena, entre otras.

Las familias que se apostaron a las afueras de la Catedral, así como a lo largo del camino, recibieron con aplausos e incluso con gritos de alegría a su nuevo obispo, quien regresó su saludo con una sonrisa y una bendición.

A la entrada del templo, monseñor Luis Martín roció a los presentes con agua bendita en señal de agradecimiento por su recepción.

Al interior, en la capilla contigua dedicó unos minutos de oración frente al Santísimo. Al final, salió para iniciar la ceremonia de Juramento y Profesión de Fe.

La celebración la presidió el nuncio apostólico, acompañado por el obispo emérito, así como por el arzobispo metropolitano de Durango, José Antonio Fernández, y obispos de otros estados.

Ahí, don Luis Martín hizo su profesión de fe, la cual firmó como el nuncio apostólico y todos los presentes. También y de rodillas frente a monseñor Franco Coppola, realizó su juramento de fidelidad.

"Yo monseñor Luis Martín Barraza Beltrán, promovido a la sede episcopal de Torreón… seré siempre fiel a la Iglesia Católica y al romano Pontífice pastor supremo… con plena libertad acataré la suprema autoridad de la iglesia en la persona del romano Pontífice, llevaré a cabo sus mandatos y defenderé con diligencia su autoridad… con suma diligencia procuraré cumplir las tareas apostólicas encomendadas a los obispos, es decir, enseñar al pueblo de Dios, santificarlo y regirlo… velaré por la unidad de la Iglesia Universal y, asimismo, con verdadero empeño me ocuparé de que se conserve puro, íntegro el depósito de la fe...", fue parte de su juramento de fidelidad.

Al final, el nuncio apostólico y demás autoridades religiosas lo felicitaron con un abrazo, así como los representantes del presbiterio de Torreón.

Al término de la ceremonia la abarrotada iglesia estalló con un aplauso de felicidad.

El juramento de fidelidad y su profesión de fe, formaron parte de la primera de las dos estaciones de su Ordenación Episcopal como nuevo obispo de Torreón.


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